No hay país que haya logrado desarrollo económico y social sin un buen sistema de gobierno. Los países que valoran la libertad del individuo son los más avanzados. Todas las libertades son buenas. No se vale pugnar por unas y reclamar intervención estatal o de gobierno en otras.
México aún no acaba de entender esto, muchos de sus ciudadanos todavía piensan que la fórmula mágica tiene que ver con un gobernante fuerte, sabio y bueno, sin entender que es justo lo contrario, un sistema fuerte, sabio y bueno que sea a prueba de líderes ineptos, corruptos y perversos.
Aquí propongo un manifiesto para ciudadanos y políticos con el fin de aclarar esta confusión.
Manifiesto ciudadano:
- Tengo derecho a la libertad, a la propiedad y a la paz. Mis derechos sólo están limitados por el derecho y las libertades de los demás.
- Tengo derecho a participar en política en todo momento. Apoyando a los partidos o candidatos de mi preferencia y vigilándolos una vez que están en el poder.
- Tengo derecho a participar como candidato o como funcionario. En dado caso, seré vigilado por los ciudadanos como cualquier otro político o funcionario.
- Entrego mi voto, pero no mi cabeza. Tengo derecho a vigilar de manera permanente la eficacia y la honestidad del gobierno.
- Tengo derecho a un proceso judicial justo y equitativo para defender mis derechos y libertades ante otros ciudadanos y ante el poder político.
Manifiesto para funcionarios y políticos:
- Tengo el derecho a participar como candidato o funcionario en cualquiera de los poderes y niveles de gobierno.
- Tengo la obligación de respetar la ley. No puedo actuar más allá de mis atribuciones explícitas como político o funcionario.
- Tengo la obligación de respetar los derechos, la libertad, la propiedad y la paz de todos los ciudadanos.
- Tengo la obligación de respetar la democracia, los procesos electorales y los derechos de otros partidos y candidatos.
- Tengo la obligación de respetar la libertad de expresión, asociación y pensamiento de todos los ciudadanos.
- Tengo la obligación de respetar a los otros poderes.
- Tengo la obligación de promover políticas públicas, estrategias y acciones que beneficien a todos y no sólo a mi partido o a mis electores.
- Tengo la obligación de servir a los demás y de no utilizar el poder o la investidura de mi cargo para beneficio o promoción personal.
- Tengo la obligación de rendir cuentas y transparentar en todo momento mi actuación y la de otros políticos y funcionarios.
La riqueza económica y social la crean los ciudadanos actuando en libertad, con el único límite de no afectar la libertad del otro. Un gobierno metiche y controlador, con la excusa que sea, nunca ha creado riqueza en ninguna parte. Un gobierno limitado, vigilado y al servicio de sus ciudadanos, por el contrario, sí ha permitido la creación de riqueza y desarrollo social.
Es urgente un equilibrio de poderes en México. De dos tipos: Equilibrio entre el poder judicial, legislativo y ejecutivo, y otro todavía más importante, el equilibrio entre sociedad y gobierno. Dejemos de pensar en gobiernos fuertes y fortalezcamos el poder ciudadano. Manifestémonos por ello.